Da alcuni giorni riceviamo moltissimi interventi di innumerevoli organizzazioni, non solo rom e sinte, da tutto il mondo. Pubblichiamo l'intervento dell'Union Romanì spagnola, inviato al Governo italiano, con cui collaboriamo da diversi anni. L'intervento non è tradotto in italiano per mantenere i toni e le sfumature.
El pasado día 31 de octubre una mujer italiana fue asesinada en Roma y el sospechoso es un ciudadano rumano de origen gitano. Este hecho triste, lamentable, condenable sin ningún tipo de atenuante debe ocasionar que la justicia actúe diligentemente y si se demuestra que ha sido él el causante de la muerte de la pobre señora, dé con sus huesos en la cárcel donde debe pudrirse el resto de sus días. Pero no ha sido así. Inmediatamente se ha desatado una oleada de comentarios en los medios de comunicación italianos, ¡y rumanos!, culpabilizando a todos los gitanos de cualquier acto criminal aunque éste haya sido cometido por una sola persona. ¡Cuánto sabemos de esto los gitanos españoles!
Sabíamos que más temprano que tarde se habría de producir la razzia contra los gitanos. Lo veíamos venir. Los racistas estaban calentando motores. Y por fin sonó el clarinazo para que la jauría desatara sus instintos más primitivos y se lanzara a la captura de cualquier gitano —el hecho de ser rumano no es más que un accidente provocado por el gran número de ellos que viven entre nosotros—. Por eso los racistas están de enhorabuena. Para ellos la época de las cámaras de gas de los nazis ha quedado muy lejana. Hay que repetir aquella terrible historia, hay que darle carne a la fiera. Así, mientras destrozan a los gitanos rumanos, dando igual que sean inocentes, niños o mujeres, algunos ciudadanos de nuestra vieja, culta y progresista Europa no se ocuparán de las injusticias que ellos mismos padecen o de las frustraciones que sus progresistas gobernantes están generando en la sociedad. Pan y circo para el pueblo, como daban los viejos y corruptos emperadores romanos. Vamos a animar el cotarro, vamos a hacer que el pueblo se olvide por unos días del paro, de la recesión económica, de las crisis internas provocadas por la ineptitud de la clase gobernante, y vamos a organizarles la cacería del zorro. A por los gitanos, a por los gitanos rumanos, a por ellos...
¿Cómo, si no, pueden interpretarse las palabras del Comisario Franco Frattini, que es vicepresidente de la Comisión Europea, encargado de los asuntos de justicia, libertades y seguridad, pronunciadas el pasado día tres de noviembre? Fíjense cuanta irresponsabilidad o cuanto odio racista debe tener concentrado este militante de Forza Italia que fue Ministro con Silvio Berlusconi, para haber declarado lo siguiente:
“Lo que hay que hacer es simple. Ir a un campamento gitano en Roma, por ejemplo, y preguntarles: ¿Me pude decir dónde vive?. Si contestan que no lo saben, cogedlos y enviadlos a Rumanía. Así es como la Directiva europea trabaja. Es sencillo y seguro”.
Líbrenos Dios de políticos tan irresponsables. Así empezó el holocausto, porque las palabras de Franco Frattini van a ser aplaudidas muy fuertemente por la masa, como en su día las consignas de Hitler fueron seguidas y aplicadas por millones de ciudadanos, mientras que la mayoría de las personas bien pensantes permanecían en silencio.
“Hay palabras que matan” dijeron un día, solemnemente los Obispos franceses a propósito de las manifestaciones racistas del partido de Le Pen. Nosotros añadimos que, efectivamente, palabras como las del Comisario Franco Frattini también matan. Me horroriza pensar las consecuencias que podrá tener el mandato de este insensato político: a quien no sepa decir donde vive, ¡cogedlo y enviadlo a Rumanía! No ha habido que esperar mucho tiempo. di Juan de Dios Ramírez-Heredia, continua a leggere...
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